¡Amigos! ¡Hemos llegado a la publicación final de esta serie de blogs basada en el clásico de apologética más vendido de Josh: Más que un Carpintero! Nuestro objetivo en estas 17 publicaciones ha sido responder definitivamente a “¿Quién es Jesús?”. Esta semana estamos compartiendo con ustedes cómo Josh dio el salto de un escéptico acérrimo a un creyente entregado.
En el caso de Josh, fue un camino que tomó tiempo. La evidencia histórica que había estudiado durante meses en bibliotecas de toda Europa había convencido a Josh de los hechos que respaldaban la verdad de que Jesús era el Hijo de Dios. Sin embargo, Josh todavía “sentía una fuerte renuencia a dar el paso” de pedirle a Jesús que fuera su Salvador.
Sigue leyendo para conocer los obstáculos personales que Josh tuvo que superar para creer plenamente en el amor y el poder de Dios. Tal vez la lucha de Josh es la lucha que estás experimentando en tu propio corazón y mente hoy.
Los obstáculos de Josh para confiar
“Tuve que admitir”, dice Josh”que Jesucristo debe ser exactamente quien dijo ser. Pude ver claramente que el cristianismo no era un mito, ni una fantasía de soñadores ilusorios, no es un simple juego mental, sino una verdad tan sólida como una roca. Mi mente me decía que el cristianismo era verdadero, pero mi voluntad lo resistía con toda la energía que podía reunir”.
Sin embargo, dos obstáculos frenaron a Josh: el primero era el placer. Convertirse en cristiano significaba no tener más diversión… ¿verdad? No quería que ningún aguafiestas estropeara mi diversión”, admite Josh. “No podía pensar en una forma más rápida de arruinar mis buenos tiempos”. Pensamiento típico de un universitario. Pero muchas personas tienen la idea equivocada de que elegir a Jesús quitará, en lugar de añadir, alegría a su vida. Esa clase de vida se convierte en un gran: “¡No lo hagas!”
El segundo obstáculo fue el orgullo de Josh. Si Josh elegía una relación con Jesús, tendría que admitir que los cristianos en el campus que lo habían desafiado a refutar a Dios tenían, bueno, verdaderas. Quedar en ridículo irritaba a Josh. “Cada vez que me encontraba con esos cristianos entusiastas”, admite, “el conflicto interno estallaba”. Dejar ir el ego puede ser increíblemente doloroso. Especialmente cuando te enorgulleces de tu intelectualidad, como lo hacía Josh.
Josh había creído que el cristianismo era falso, and Christians dimwits for believing in it y que los cristianos eran tontos por creer en esto, y ahora se enfrentaba a la decisión de convertirse en uno de ellos. ¡Otro obstáculo!
“Siempre he tratado de tener la mente abierta, pero no tanto como para que se me cayera el cerebro”, bromea Josh. Sin embargo, en su investigación de Cristo, Josh tuvo que admitir que había encontrado “la realidad más sólida” que aún no había experimentado. Entonces, el 19 de diciembre de 1959, a las 8:30 p. m., Josh finalmente invitó a Jesús a convertirse en su amigo y Salvador.
Prueba personal indiscutible
Su oración no fue un momento de un “chispazo”, admite Josh. “Después de orar, no pasó nada. Quiero decir nada. Y todavía no me han brotado alas ni un halo”. Pero Josh lentamente comenzó a notar cambios dentro de sí mismo. Uno de los mayores cambios fue el alivio de su constante inquietud. Antes de aceptar a Cristo, Josh dice que siempre tenía que estar ocupado; que siempre estaba rebotando en las paredes. Pero comenzó a sentir una paz mental que ayudó a calmarlo.
Y se sintió más capaz de manejar el estrés y el conflicto. Josh se la había “pasado previamente fastidiado con las personas, las cosas y situaciones”, y sus inseguridades lo hicieron ver a la mayoría de las personas como amenazas. “Solía enfurecerme con que solo alguien me mirara chueco”, admite Josh. “Mi temperamento era una parte tan importante de mí que no busqué conscientemente cambiarlo. Pero un día me encontré con una crisis que debería de haberme desatado, solo para descubrir que me mantuve calmado y sereno”. Ya no se sentía incitado a arremeter con enojo.
Otro cambio asombroso fue que Dios eliminó el odio profundamente arraigado de Josh hacia su padre, el borracho del pueblo. “Mis amigos de la escuela secundaria habían hecho bromas sobre el problema de la bebida de mi papá”, comparte Josh. “No pensaron que me molestaba porque aceptaba las bromas y me reía con ellos. Me estaba riendo por fuera, pero déjame decirte que estaba llorando por dentro”.
“Alrededor de cinco meses después de tomar esa decisión por Cristo, el amor de Dios entró en mi vida tan poderosamente que tomó ese odio, lo puso patas arriba y lo vació. Pude mirar a mi padre directamente a los ojos y decir , “Papá te amo.’ Y lo decía realmente en serio.”
Un día, el padre de Josh miró a Josh, asombrándolo por completo cuando dijo: “Hijo, si Dios puede hacer en mi vida lo que lo he visto hacer en la tuya, entonces quiero darle la oportunidad. Quiero confiar en Él como mi Salvador y Señor”. A diferencia de la continua metamorfosis de Josh, su padre cambió instantáneamente. “Es como si Dios se agachara y encendiera el interruptor de la luz”, dice Josh. “Nunca antes o desde entonces había visto un cambio tan dramático”. Su sobrenatural giro de 180 grados influenció a muchos en su pequeño pueblo para que también le dieran su vida a Jesús.
La segunda persona que Josh pudo perdonar fue Wayne, el ayudante contratado que había abusado sexualmente de Josh durante más de 6 años. El abuso no deseado comenzó cuando Josh tenía solo seis años. “Quería que Wayne ardiera en el infierno y estaba dispuesto a escoltarlo allí”, admite Josh. “Los recuerdos del abuso me marcaron”. Pero después de aceptar a Cristo, Josh pudo liberar su odio.
“Fue una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer. Nunca podría haberlo hecho solo”, dice. “Si tienes una historia similar, ten la seguridad de que tampoco tienes que enfrentarte a tus demonios solo. Tu pasado puede ser superado con la ayuda de Dios”.
La gente puede burlarse y ridiculizar el cristianismo, como lo hizo el propio Josh, pero es poderoso y real. El cristianismo no es una religión. No es una idea ética. Y no es un fenómeno psicológico. Es una persona, Jesucristo.
No dejes que confiar en el amor y la bondad de Dios sea un obstáculo para ti. Jesús quiere cambiar tu corazón, sanar tus heridas y renovar tu vida. Solo necesitas otorgarle acceso.
Jesús está continuamente tratando de llamar tu atención y de acercarte a Él. Tu presente no es un obstáculo para Él. Tu pasado no es un obstáculo para Él. No hay nada que puedas hacer para quitar Su amor y Gracia por ti. Esto te puede sonar imposible, pero es un aspecto del cristianismo que inicialmente tienes que asumir con fe. Luego, a medida que creces diariamente en tu relación con Jesús, ¡Él lo probará continuamente!
“Tal vez la oración que yo digo te ayude”, agrega Josh. “Señor Jesús, te necesito. Gracias por morir en la cruz por mí. Perdóname y límpiame. En este mismo momento confío en ti como Salvador y Señor. Hazme el tipo de persona que me creaste para ser. En el nombre de Cristo. Amén”.
En esta serie nos hemos centrado en mostrarte que las afirmaciones de Cristo se mantienen firmes como hechos históricos sólidos, confirmados por la evidencia de la historia, la profecía y la razón. ¡Comprender los hechos te dará una base sólida y confiable para pararte mientras experimentas a Cristo por ti mismo!
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